Pido 24 horas a tu lado, para que nos de tiempo a no perder el tiempo. Pido que exista ese preciso momento en el que se te escape un beso cuando menos me lo espere. Pido una tarde lluviosa y fría, dentro de tu casa, sobre un sofá, en frente de mi película favorita...o bueno, si prefieres, en frente de tu película favorita. Bajo una manta que haga de telón tras el que actúen nuestras manos, como marionetas manejadas por nuestro deseo. Me pido entonces tus dedos, acariciando mi cuello y mis cosquillas jugando al escondite con ellos.
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